Calentura primaveral después de paseo por el jardín
Aprovechamos esa tarde soleada para dar un paseo por el jardín , mi novio estaba muy cariñoso y yo estaba encantada con ello, durante el paseo nos rozamos en alguna ocasión y no tocamos disimuladamente, cuando llegamos a la terraza le pedí a mi novio que me hiciera un buen masaje corporal. Sabía que con aquello lo pondría a mil y colaboré un poquito más al desnudarme poco a poco mostrando mi culito y mis tetas, el masaje no duró mucho y en seguida me dio la vuelta y me sobó los pechos y el resto del cuerpo. Me subía la temperatura así que le cogí su termómetro y me lo metí en la boca. Estaba ardiendo, le chupé la polla con ansia mientras lo miraba provocativamente. Al final no aguantamos más y me penetró encima de la cama haciéndome gemir como una perra. Ese día gozamos del sexo como animales.