Pelirroja guarda-bosques follándose al veterano campista
Esta guarda-bosques se pasea por el parque revisando los permisos de acampada de la gente. Se cruza con un señor mayor acampado y curiosamente sin permiso de acampada. Ella le regaña y le exige que pague la multa. Él se resiste, y ella lo tiene que inmovilizar en el suelo para cobrarse la multa. Se despoja de sus ropas y le come la polla al anciano ante su sorpresa. Luego se lo folla sobre la silla y apoyada en un árbol hasta quedar saldad la deuda con la guarda-bosques cachonda.